Estos días siento algo de nostalgia por el Myspace, parece que fue ayer ¡diablos lo fue!
En Myspace fue una verdadera revolución que acabo en el caos más absoluto y destrozada por el ego de los artistas y de los creadores de la red. Si se piensa fríamente, un espacio en el que se den cita millones de artistas no puede estar abocado a un final feliz. Era obvio que terminarían enterrándose los unos a los otros pero además a lo grande.

Muchos achacan el final de Myspace al cambio a 2.0 que dieron en los meses finales. Personalmente creo que el cambio al 2.0 fue un conato fallido de recuperar el espíritu myspace y de evitar traer más horror, debido a los arrebatos artísticos de algunos a la hora de elegir su imagen para ese espacio. Fue como una vuelta a los comienzos de Internet, con aquellos fondos estrellados y letras fosforito; millones de vídeos Youtube que ralentizaban la carga de las páginas; gifs animados con 800 frames y todo tipo de fotografías de tamaño king size que descuadraban cualquier caja de texto.

En cuestión de dos meses, sólo dos miserables meses, Myspace se fue al carajo. La gente empezó a interesarse más por Facebook, donde había charletas y cotilleos que nos sacaban de la rutina laboral porque ¡no vamos a ir al curro a trabajar, por todos los diablos! Además, en myspace lo único que encontrabas eran mensajes de músicos invitándote a sus conciertos a 2000 km, sus nuevos vídeos y el último tema, así por el morro, en tu perfil. En 10 minutos cualquier noticia publicada desaparecía y se iba al cielo de las noticias.

Facebook tenía una estética estándar, era sencillo y no había mucho dónde rascar. Sota, caballo y rey. Veías las fotos de tus ex compañeros del curro, del colegio y calculabas cuánto había engordado cualquiera de tus viejas amigas o si había dado el braguetazo. Cotilleo puro. Al poco tiempo fueron incorporándose artistas de todo tipo, lo que dio un punto positivo de interés a la red social: teatro, cine, música… eventos varios. Myspace se murió definitivamente.

Esta es la prueba de cómo una gran idea, se puede ir al carajo. A mí que me llamen radical pero en una red social, el usuario debe tener el control justo para gestionar su privacidad, pero no para amargar al resto de usuarios o dejarnos ciegos con su mal gusto a la hora de combinar colores. En el tema de la privacidad falla Facebook, sin embargo resiste… la amenaza de un Google+ bien planteado ha servido para que hagan nuevos cambios, que asumimos con resignación porque no nos queda otra y éso es precisamente lo que debió hacer Myspace: template estándar para todos, privacidad y un poco de «por mis cojones» porque, quejar nos quejaremos, pero nos mola que nos lo den hecho y poder actualizar nuestros estados diciendo: «qué puta mierda esta red social» :-D somos humanos.

Facebook está en un punto intermedio entre la aberración y la gran idea. La locura y la genialidad. En estos momentos, cualquiera que tenga más de 100 usuarios puede alcanzar cotas de estrés increíbles. Entre la recepción de eventos, los etiquetados de fotos, las notificaciones, los mails, los grupos, las páginas, los privados y los trolls… cualquier día alguien dejará una nota de suicidio diciendo: «No podía soportar ni un etiquetado más, que os den por culo».

De Twitter ni quería hablar, no hay red social más insoportable que el Twitter para mí. Reconozco su utilidad para mucha gente y sobre todo sectores, pero a mí lo que me mola es el Facebook, que es un auténtico frenopático y el lugar donde la gente se expresa a su puta bola y no para conseguir un trending topic. Cuando quiero leer verdaderos bárbaros me voy al Youtube y me miro los comentarios de cualquier vídeo malo.