Una web antigua no solo «se ve mal», también puede estar poniendo en riesgo tu negocio. Muchas veces, el primer paso para un buen mantenimiento web es un rediseño completo. ¿Por qué? Porque una web desactualizada es como un local comercial abandonado: no inspira confianza, no es segura y nadie quiere entrar.

¿Cómo saber si tu web necesita rediseño?

Aunque no seas técnico, hay señales claras:

  • Tarda mucho en cargar
  • No se ve bien en móviles
  • No está conectada a redes sociales o herramientas actuales
  • Tiene un diseño que parece de otra época
  • Te cuesta encontrar las cosas tú mismo

Si tú mismo notas que tu web se siente «vieja», imagina lo que piensan tus clientes.

¿Por qué no basta con mantener lo que ya tienes?

Porque el mantenimiento web no es solo actualizar plugins o hacer copias de seguridad. Si la base de tu web está anticuada, no tiene sentido seguir «parcheando». Primero hay que rediseñar con tecnología actual, y luego sí, mantenerla al día con un plan profesional.

Lo que ganas con una web rediseñada + mantenimiento

  • Más velocidad y mejor posicionamiento en Google
  • Seguridad frente a errores, virus o caídas
  • Confianza para tus visitantes
  • Libertad para actualizar contenidos sin miedo
  • Una imagen profesional que conecta con tu marca actual

La clave: rediseñar y luego mantener

Muchas empresas invierten en mantenimiento sin darse cuenta de que su web necesita un cambio de base. Lo ideal es hacer una puesta a punto completa, y a partir de ahí, mantenerla optimizada mes a mes. Es más rentable, más seguro y más eficaz.

¿No sabes por dónde empezar? Escríbenos y revisamos tu web.